La poesía mató a la razón...

 La poesía mató a la razón…

            ¿Y qué esperaba? O es que Joan Brossa pensaría realmente que dos mundos opuestos podían llegar a entenderse. No lo creo, por un lado lo trascendente, ese  universo natural lleno de signos, de simbolismos, de señales… ¿pero de qué? Pues del otro universo, el mundano, el de las penas y las alegrías, el de la mente y también, el mundo del corazón. 


 
            En este juego visual se expresa “coNrazón”, y sólo desde un medio como la poesía visual es entendible, su visión no implica mucho esfuerzo, simplemente una mente abierta y reflexión. No es fácil definir con palabras una imagen pensada para que hable, no encuentro definición más clara para un poema visual: imagen pensada para tener voz, sí, ya he oído eso de que la poesía visual es un poema para ser visto, yo prefiero que tenga voz, que sea más directa, variable en interpretaciones, más allá de ser un objeto estético, directo. Para ello juegan las mismas variables, se usa cualquier información, en este caso el corazón como símbolo y como campo semántico donde jugar, romper, experimentar, conceptuar…me quedo con los pioneros de los años setenta, los que mataron palabras, cortaron letras, asesinaron política y poética. Hoy en día, dentro de este surrealista estado de cosas que es el mundo, la poesía visual ha sido despatriada por la publicidad, todo se confunde y se simplifica. 


       No niego la creatividad en el servicio que se le hace al triunfo del mercadeo, simplemente veo que existen poéticas que chocan en esos frentes. Lo que llamamos hoy poética visual es mucho más, es una plataforma para la música, la poesía, el vídeo, la danza, etc.




     El poema visual coNrazón “soporta” gráficamente la serie de estampaciones sobre esa temática que aparecerán en diferentes soportes textiles este mes desde el taller Dosintrés. En él, una de las imágenes (ya icónicas) de Joan Brossa asesina a la N, la negación de la razón, con razón se señala al corazón con dedos acusadores, quién si no iba a matar a la razón si no es un impulso pasional. Las pruebas son evidentes, al corazón le sobra una n. Cuando todo es tan claro, la conclusión deja de serlo, las miradas se multiplican experimentando primero y conceptualizando después. 

      Aquí os dejo unas fotos sobre la estampación de una pequeña edición en papel del poema. Próximamente Con el corazón, camisetas y sudaderas serigrafiadas desde  otro medio menos poético, imágenes simbólicas, más urbanas…



   
    …hasta ese momento!

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